The FARC recedes over the past 10 years

[Bacchus39]

the FARC did not take one town during 2007. 2 principal FARC leaders killed Raul Reyes who operated from his base in Ecuador and Ivan Rios who was killed by one of his confidents. the FARC has lost 40-50% of its troops.

Hopefully Colombia will rid itself of this cancer.



http://www.eltiempo.com/justicia/2008-04-29/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-4129918.html


1997 fue el año de las últimas grandes tomas guerrilleras. En esta década, el número de subversivos en sus filas bajó a cifras de principios de los 90 y varios de sus cabecillas terminaron muertos.

En medio de la expectativa generada por la liberación de Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo, el país cerró el 2007 sin percatarse de una realidad que no se daba hace dos décadas: el año terminó sin que la guerrilla lograra tomarse un solo pueblo.

Ese antecedente para los expertos en temas de seguridad es más significativo incluso que los grandes golpes militares, que este año, por primera vez, lograron tocar al secretariado de las Farc con el operativo en el que murió 'Raúl Reyes' y el cerco que terminó con la muerte de 'Iván Ríos' a manos de uno de sus hombres de confianza.

Con unos 9 mil guerrilleros en armas, las cuentas de ese grupo retrocedieron a lo que tenían en la primera mitad de los 90. "Las Farc han perdido entre un 40 y un 50 por ciento de su pie de fuerza en los últimos seis años -dice Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia-. Están como antes del Caguán".

En los últimos dos meses, especialmente tras la muerte de 'Reyes', el silencio en las comunicaciones del grupo ha sido notorio.

Los militares consideran que no se trata solo de "evitar una matada", como lo decía el 'Mono Jojoy' en uno de los correos hallados en el PC de 'Reyes' (el uso de la radio o de teléfonos satelitales permite ubicarlos en medio de la selva), sino de una incomunicación real que ha generado problemas de disciplina y logística.

"La imposibilidad de comunicarse es lo que más está incidiendo en su resquebrajamiento. Muchos subalternos están tomando sus propias decisiones. Otros se han fugado con plata", dice el general Freddy Padilla, comandante de las Fuerzas Militares.

El panorama actual no estaba en las cuentas de muchos hace una década. En el 98 las Farc vivían una especie de bonanza militar que llevó incluso a altos funcionarios de E.U. a alertar a Washington porque "la democracia en Colombia estaba en riesgo".

Mientras esa situación empezaba a revertirse pasaron los fallidos diálogos del Caguán y arrancó en firme el Plan Colombia, que resultó clave para marcar un desequilibrio en el conflicto.

Un equipo periodístico de EL TIEMPO estuvo en Mitú, Miraflores, Uribe y Caquetá y reconstruyó con sobrevivientes y protagonistas las últimas grandes tomas de las Farc, hace exactamente 10 años.

Quince de los militares y policías que la guerrilla se llevó de
Miraflores y Mitú siguen secuestrados después de una década.
Otros 22, hechos cautivos por la misma época, están en idéntica situación. Ese drama, el de los rehenes, es tal vez la herida más dolorosa de la escalada que tuvo en 1998 su año pico, pero que en realidad se había iniciado dos años antes, con los ataques de Puerres y Las Delicias.

Una década después, los más grandes ataques de la guerrilla en toda su historia no se reflejan en el campo militar ni en control territorial.

Solo Uribe (Meta), sigue siendo escenario de operaciones militares de gran escala, esta vez encaminadas contra 'Jojoy'.

El proceso de modernización de las Fuerzas Militares que empezó el gobierno de Andrés Pastrana y se consolidó en los seis años que lleva el presidente Álvaro Uribe logró revertir el curso que llevaba el conflicto.

¿Se acerca entonces el anunciado 'fin del fin' del conflicto? Teófilo Vásquez, investigador del Cinep, considera que "es evidente que las Farc han disminuido su capacidad de acción militar", pero asegura que la situación actual es de "repliegue táctico ordenado", una especie de letargo esperando que el enemigo baje la guardia.

La estrategia es clara: los grandes frentes se han abierto en comandos móviles pequeños que pueden dispersarse con relativa facilidad, reorganizar las redes de milicias que perdieron en las grandes ciudades, aprovechar los 6.342 kilómetros de frontera terrestre como zona de retaguardia y jugarle al desgaste político del Estado manejando el tema del intercambio humanitario.

¿Cómo lo ve el Gobierno? El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, dice que es poco probable que haya una "batalla final".

La clave puede estar en una estrategia que produce resultados a diario y que, en medio año, les ha dejado 3.170 'bajas' a las Farc: la desmovilización.